Chistopher Uckermann: “Estoy construyendo un universo básicamente de cero”
“Los hombres lloran”, es una canción para sanar el linaje masculino, un tema que abraza la vulnerabilidad y alivia todo ese peso ideológico impuesto a los hombres.
El cantante mexicano está en un momento muy importante de su carrera y de su vida. Sus nuevas canciones buscan fortalecer y renovar, desde su lado más personal y artístico. Su más reciente lanzamiento, “Los hombres lloran”, es una canción para sanar el linaje masculino, un tema que abraza la vulnerabilidad y alivia todo ese peso ideológico impuesto a los hombres. Un proyecto en el que ha estado trabajando de la mano del músico y productor colombiano Juan Ariza. Hablamos con Christopher desde Ciudad de México sobre sus nuevas canciones y sobre los hábitos necesarios para contrarrestar los problemas emocionales a los que nos enfrentamos en estos tiempos.
¿Por qué es importante la numerología en este proyecto?
En sí, a todo el álbum se le asignan números. Por ejemplo, hay una canción que habla de la fe, que representa el número 8; “Almas gemelas” representa el número 2, y el 3 representa a la tribu. Lo llevé a la sanación. Hay otra canción que corresponde al número 4, que es una canción que habla de estructura, de materializar en el plano físico. De alguna manera, voy escuchando los temas y pienso: “Bueno, creo que la línea en la que voy contando la historia toca este tema”. El anterior a este nuevo lanzamiento fue el número 2, que fue “Almas gemelas”, “Pase lo que pase”. De ahí se me hizo interesante irme a la vulnerabilidad, ya sea tatuándose las heridas de la vida. De ahí pienso que iré hacia algo un poco más etéreo, más mágico, entre los números.
¿Cómo se construye un proyecto después de RBD?
Estoy construyendo un universo básicamente desde cero, porque, obviamente, estar en un grupo es algo maravilloso y muy grande, pero una vez que te bajas de ese engranaje, toca, como decimos en México, “talachar”: construir. El esfuerzo se tiene que hacer, así que lo tomo con todas las ganas de la vida. Sigo aprendiendo muchísimas cosas en este proceso. Para mí, es eso: mostrarles el mundo personal, lo que hay aquí, y compartirlo. Obviamente, lo que buscas es crecimiento, pero que sea de forma natural, de forma orgánica. No estoy forzando nada en una industria que va tan rápido, en redes sociales, y donde la gente se basa mucho en eso. Claro que todos queremos más vistas, pero lo quiero natural y que sea un árbol con raíces grandes.
¿Es difícil salir de una sombra tan grande como RBD?
Hablando de los compañeros en general, depende de cada quien, de sus metas y del camino que quieran seguir. En mi caso, fui parte de todo este tour (Soy Rebelde Tour) que ocurrió recientemente. Fui compositor del sencillo “Cerquita de ti”, que se lanzó durante el tour. Para mí era importante conquistar a RBD, pero ahora lo hago desde el creativo, el productor y el empresario. Y ahora, en mi proceso personal, esto me da la ventaja de poder invertir, de ser mi propia disquera como artista independiente. Entonces, ¿quitarme la marca? Más bien la abracé y dije: “Voy a crear dentro de esta marca algo que en el pasado no pude hacer, y ahora lo logré”. Me da satisfacción mostrar una parte de mi alma y, ahora, decir: “Esto es un sello más personal. Todavía hay más de mí, si quieres conocer”.
¿A qué ritmo va ahora?
La industria ha cambiado y nos vamos adaptando entre el ser humano y las tecnologías. El mensaje más importante dentro de este álbum es que vamos muy rápido allá afuera, pero ¿qué tal si nos tomamos el tiempo de conectar con nosotros mismos? Lo importante es mantener esa parte contemplativa, tomarte el tiempo de escucharlo, no perdernos en el proceso de la velocidad del mundo ni en el estrés, que es algo que viví mucho a lo largo de este año y el pasado. Aprender a dominar esta parte y aplicarlo. Llevar mi ser hacia la sanación; esto lo comunico en mi música.
Hablar de salud mental es un tema importante en todos los campos. ¿Cómo lo ha llevado a la música?
Es un tema muy importante. Lo he comentado incluso aquí en México, en una de las charlas TED, sobre cómo a mí me afectó el trastorno obsesivo-compulsivo a temprana edad. Es una prueba de vida que me tocó, lo aprendí con el tiempo y me enseñó muchísimas cosas. Detrás de ese lado oscuro y esos retos, había muchas cosas positivas. Empecé a trabajar con ejercicios; yo compraba libros de todo: sobre trastorno obsesivo-compulsivo, cómo superarlo, leía muchos libros de sabiduría, de maestros, tomaba cursos. Lo que realmente me sacó fue enfocar mi atención en cosas que no tuvieran tanta complicación: lavar trastes, lavar la casa, organizar. Al organizar afuera, organicé mi mundo interno y, poco a poco, esa carga obsesiva fue perdiendo fuerza con el tiempo. Vino un proceso de madurez y crecimiento; fue deteriorándose esa parte hasta quedar eliminada y, de esa manera, vives una vida mucho más tranquila.
El estrés detona cualquier cosa negativa. Lo positivo de esto es identificar cuáles eran mis fuentes de estrés, ir eliminándolas o ver cómo contrarrestarlas, ya sea con respiraciones, pastillas de valeriana, hierbas, dormir o dejar el celular a cierta hora. Voy protegiendo mi universo para que esto no entre. He aprendido mucho sobre salud mental, sobre todo de Oriente, que se enfoca más en estar alineado. El balance es clave cuando entramos en una enfermedad de cualquier índole, ya sea física, emocional o mental, en este caso. Hay personas más mentales que otras, mucho más intuitivas, mucho más del sentir y lo emocional, que lo mental. Es importante entender cómo funciona uno mismo, porque no todos somos iguales.
¿Qué tan importante es la parte visual que acompaña las canciones?
Con esta independencia y libertad en mi proyecto, voy tomando decisiones espontáneas a lo largo del camino. Dentro de la estructura, se me hace importante estar lanzando sencillos, obviamente visuales, videos musicales, algunos más costosos y elaborados que otros. “Los hombres lloran” es un video más minimalista en el sentido visual y de edición; lo que sucede en el video es más introspectivo. A finales de este año tengo un viaje a Japón, y pienso que, si surge algo espontáneo, voy a filmar cosas allí. Hoy en día, se lanza mucho más rápido. A mí no me gusta perder el valor creativo, que no se pierda el arte en el proceso, que el fondo esté; la forma puede cambiar. Completar el círculo con tocar en vivo es la parte más importante.
¿Qué significa RBD para usted?
RBD, para mí, es algo muy poderoso que ha tocado a miles de personas. Al principio no entendí por qué, pero es un proyecto que, a pesar de ser comercial, al final la gente se identificaba con alguno de los personajes. Había buena sinergia y eso llegó a millones de personas alrededor del mundo. Me ha dejado aprendizaje, y saben que lo que más vale la pena en la vida es estar con uno mismo. Puedes tener picos de fama, pero eso es efímero y muy peligroso; igual, la vida te va aterrizando.
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