Amistades Peligrosas: el sueño de un artista es seguir conectando con la gente más allá de las canciones
El dúo español Amistades peligrosas regresa a Colombia para encontrarse con su público y cantar sus éxitos.
Amistades Peligrosas lleva más de tres décadas en los escenarios iberoamericanos. El dúo de Cristina del Valle y Alberto Comesaña empezó en 1989 a darle forma a su proyecto, que los convirtió en referentes del pop español. Después de separarse y desarrollar proyectos individuales, la música los volvió a reunir, no solo para su público, sino también para continuar girando por el mundo.
Este año regresan como parte del cartel de Sonidos del Rock el 1 de marzo en el Movistar Arena de Bogotá. Fecha, en la que estarán junto a La Unión, Los Toreros Muertos, The Sacados, Estados Alterados, entre otros.
¿Qué significa para ustedes que sus canciones hayan trascendido a las generaciones?
Alberto: Lo primero es el orgullo que representa haber compuesto canciones que, como tú bien dices, han trascendido generaciones, que han envejecido muy bien, y poder ver que el trabajo estaba bien hecho en los 90. Ahora intentamos volver a rehacer aquello que hicimos, trasladarlo 35 años después, con una serie de artistas que también estamos metidos en este mismo barco de los sonidos del rock. En el Movistar Arena, el 1 de marzo, será una explosión de música y recuerdos para toda la gente que esté allí. Cantarlas para mí es un placer porque las noto con una vibración muy buena, y eso que tienen como un groove, un baile, con el que todavía me siento muy orgulloso de haberlas compuesto.
Ustedes empezaron a girar desde los 80 y lo continúan haciendo, ¿cómo se mantiene esa magia para estar arriba de un escenario?
Cristina: La magia está en que el artista no se hace, nace. Para un artista, cantar es algo absolutamente visceral, lo llevas en las venas. No es un oficio que tú aprendas, sino que es algo que está en tus genes. Entonces, el escenario es una necesidad vital. Un escenario es como subir a tu hogar, a tu sitio natural, donde tú eres tú en esencia y donde desaparece todo. De pronto, es una sensación que yo creo que no se puede comparar con nada, y quien la ha vivido y quien es artista lo sabe.
Eso es lo que estamos viviendo ahora mismo con esta historia: no nos hubiéramos imaginado estar tanto tiempo en los escenarios. Y eso es el sueño de un artista: seguir conectando con la gente más allá de las canciones. Además, que haya una conexión con el público en tu actitud, en tu persona, en cómo te entregas a él, en lo que siente la energía que transmites al público cuando cantas. No se trata solo de ser intérprete, sino de que lo que estás haciendo lo estás sintiendo, lo estás viviendo, y eso es lo que hace que tú conectes con la gente.
Amistades peligrosas: más allá de la música
Esa conexión no se ha perdido; todo lo contrario, a veces es lo más complicado, pero esa conexión se ha amplificado. La gente ha ido conociendo a lo largo de los años no solo nuestras canciones, sino también a nosotros como personas. Las redes también han servido para eso. Saben lo que haces, quién eres, cuáles son tus gustos, qué piensas, qué sientes. Todo eso, en nuestro caso, se amplifica y creo que se suma muy positivamente.
Me haces tanto bien cumple 33 años este año y es una de las canciones con las que no solo llegaron a Latinoamérica, sino que también fue uno de los grandes éxitos que tienen.
¿Cuéntennos una anécdota? Después de 33 años, sigue sonando, la siguen pidiendo, la queremos escuchar en concierto.
Alberto: El autor musical de la canción era nuestro bajista Carlos de France, que cuando ya estábamos a punto de entregar el trabajo, aparece con el tema, dos días antes de entregar el LP. La canción sonaba caliente, muy hot. Y él la cantaba en un inglés chapurreado. Entonces, en una noche y media, hice la letra, que salía muy fluida, pero todo salía con un ambiente muy cargado, muy erótico, fuerte.
Cuando le pregunté, oye, ¿esa canción que a mí me transmite una gran energía sexual?, me dice: es que me inspiré componiéndola viendo una película porno. Entonces, bueno, ahí lo entendí todo, y efectivamente, es una canción que transmite ese calor, que todavía hoy lo sigue haciendo. Y es una canción que, para lo que son los tiempos actuales de letras fuertes o sexuales, como las del reggaetón, donde, para mi gusto, ya se han pasado todas las líneas rojas de lo que debe decir una canción, mantiene un punto de elegancia. Es fuerte, pero no desagradable de oír; no es censurable, porque no hay nada que digas que se pueda omitir, y, sin embargo, a la gente le provoca una sensación de ebullición interna, y eso me encanta poderlo transmitir.
Cristina: Nosotros también jugamos mucho con la teatralización y con los videoclips, que ahora, lamentablemente, ya no están de moda. Excepto para los grandes grupos o estrellas que se lo pueden permitir, todavía se siguen haciendo. Nosotros en eso tenemos vídeos maravillosos que amplificaron las canciones. Siempre nos gustó mucho la escenificación, la teatralización y la puesta en escena. A mí me parece vital y fundamental. Fue un elemento que marcó al grupo y lo hizo único en ese sentido.
Porque éramos un dúo que salía a cantar, no solo a cantar una canción y ya, sino que montábamos toda una escenografía, todo un vestuario, todo un contexto que era casi un musical. Y eso también fue muy importante.
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