Exterminio ‘La evolución’: Morir tiene su belleza
Danny Boyle y Alex Garland regresan al cine apocalíptico con una propuesta que va más allá del miedo: Exterminio: La Evolución explora la muerte, la identidad y la violencia como herencia humana.
El terror regresa a Reino Unido con una propuesta tan poética como brutal. En una era saturada de remakes, secuelas y universos extendidos, Danny Boyle y Alex Garland reabren las puertas del apocalipsis con Exterminio: La Evolución (28 Years Later, título internacional), una recuela no confirmada —pero claramente conectada— al filme de culto Exterminio (28 Days Later, 2002). Esta nueva entrega, que mezcla ciencia ficción, crítica social y drama íntimo, propone algo más que sobrevivir al virus: entender qué significa ser humano en medio del caos.
En este universo han pasado 28 años desde el inicio del brote de infectados. El virus fue contenido, pero Reino Unido permanece en cuarentena indefinida, completamente aislado del mundo. La sociedad, tal como la conocíamos, dejó de existir.
¿Exterminio, realmente evolucionó?
Esta historia se diferencia de su predecesora no solo por sus innovaciones audiovisuales —como el uso de múltiples iPhone 15 Pro en la filmación—, sino por el enfoque emocional y reflexivo que la sostiene. Elementos de coming-of-age, drama familiar y una potente crítica a la glorificación de la violencia se entrelazan con una estética apocalíptica profundamente humana.
Todo comienza con Jamie (Aaron Taylor-Johnson), un recolector de basura; su esposa Isla (Jodie Comer), aquejada por una misteriosa enfermedad; y su hijo de 12 años, Spike (Alfie Williams). Este último atraviesa la pubertad y está por vivir un ritual de mayoría de edad que consiste en.… sobrevivir en una isla infestada de infectados. Aunque no lo desea, lo hace para satisfacer a su padre y encajar en una comunidad que idolatra la violencia como forma de vida. La cinta no tarda en cuestionar: ¿Y si esto fuera posible? La respuesta inquieta, pero no sorprende si se considera la historia guerrera y tribal de los británicos, con ecos vikingos que no requieren justificación.
Momentos clave que invitan al análisis (sin spoilers):
- Una persecución marítima donde las corrientes juegan un papel decisivo. La dirección logra transmitir tensión, angustia y una emoción visceral que deja sin aliento.
- Una escena que recuerda al clímax de Niños del Hombre (2006): vida y muerte se entrelazan con una belleza casi mística. Sin duda, se hablará mucho de este momento.
- La creación de un monumento de cráneos, símbolo de lo que queda de la humanidad. Una metáfora poderosa: al final, todos somos huesos, y sin registro de nuestra historia, apenas restos de lo que alguna vez fuimos. Pero en este contexto, incluso eso tiene belleza.
Desde la dirección de Danny Boyle hasta el guion de Alex Garland, todos los involucrados elevan el nivel del género. Exterminio: La Evolución no se conforma con mostrar hordas de zombies ni repetir que ellos son el espejo de nuestra sociedad. Aquí, se invita a mirar a la muerte de frente, a aceptarla, incluso a encontrar paz en ella. No es una película para entretener: es una experiencia para sentir.
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