Los Carrangomelos: En la carranga encontramos esa herencia musical que siempre ha estado allí
Los carrangomelos, es el resultado de una búsqueda de identidad cultural de cuatro jóvenes citadinos que la están rompiendo en Colombia.
Los Carrangomelos es la definición clara de cómo la carranga atrapó con su esencia a un grupo de gomelos en búsqueda de una identidad cultural. Este grupo musical relativamente nuevo, surge de la fusión creativa de Nicolás Sadovnik, Jorge Cucaita, Iván Pérez y Helberth Meléndez, quienes encontraron en la tradición el vehículo de sus letras.
Aunque los jóvenes son totalmente citadinos dicho género musical los cautivó al punto de redefinir su realidad y cuestionarse ¿Quiénes son como artistas? La carranga, no es sólo un género musical colombiano más, por el contrario, con su esencia se ha permitido alzar la voz y ofrecer una sátira de la sociedad en sí. Este género musical es el más arraigado a las tradiciones colombianas debido a que retrata historias reales de manera coloquial, con este atractivo estos gomelos lograron definir una propuesta fresca que lleva la tradición a nuevos ejes.
¿Cómo nacen Los carrangomelos?
Hace más o menos más 12 años nos encontramos en la universidad Javeriana, todos estudiando música. En ese momento, cada uno tenía una búsqueda de esa identidad musical que nos identifica como colombianos; como ese arraigo al territorio. En mi caso en especial, soy un músico que viene más del rock, del metal y de otros sonidos. Sin embargo, cuando entré a la Javeriana empecé a cuestionarme ¿Quién era yo como músico colombiano? Y ahí me dejé enamorar de la música carranguera.
¿Qué encontraron en la Carranga?
En mi caso, toda mi familia es boyacense. Yo sí nací aquí en Bogotá, pero también fue bonito encontrar esa herencia que siempre ha estado ahí. Y que comenzó a surgir con esta exploración que también es una exploración como en medio de todo muy intuitiva, pese a que venimos de la academia, pero esto no se enseña allá. Entonces es muy intuitiva y muy desde el gusto del querer hacerlo y del disfrutarlo.
Ninguno de nosotros es campesino. Todos somos jóvenes de ciudad, pero la carranga y la carranguera tiene algo que es muy bonito y es la manera de ver la vida. Una manera de observar lo cotidiano, de observar el entorno con esa picardía, con el doble sentido, con ese amor a la vida y con ese cuestionamiento a que lo obvio no es tan obvio. Entonces, siempre nuestras letras digamos que el doble sentido está un poquito más desde lo político, desde cuestionarnos nuestra posición como ciudadanos, como con los actuares del diario vivir que tanto criticamos. de Pues de ser colombianos un poco como esa cultura de la trampa tal vez esas cosas como que la carranga nos da ese pie para para burlarnos de ello y a propósito intentar reflexionar al
¿Qué diferencia a Los carrangomelos?
Una gran diferencia es la propuesta del repertorio propio que a veces es difícil porque Jorge Velosa es un planeta que tiene mucha fuerza de atracción. Todo el mundo llega y comienza a orbitar eso y es una gran escuela, pero muchas veces llega hasta ahí la propuesta. Yo creo que nuestra diferencia parte de eso, de proponer un repertorio propio siempre. Desde lo que no queremos hablar, desde lo que la crítica social quiere mostrar y esto se logra también porque cada uno de nosotros le va poniendo sus cositas desde sus bagajes eh musicales.
¿Qué le falta a la carranga para potencializarse en el país?
Yo siento que la carranga en este momento de la historia de Colombia, tiene muchísima fuerza y sigue creciendo. Uno ve en las ciudades y hay muchísimos grupos de gente joven tocando carranga; también, se encuentran niños y viejos que siguen tocando la carranga.
Lo único que le hace falta a la carranga es salirse de la competencia del concurso y empezar a profundizar e innovar. Ese ámbito de ir a concursar deja un poco de lado el tema de hagamos música nueva o propongamos cosas diferentes. Y se ha vuelto más bien como una búsqueda de tocar las obras conocidas y el que las toque más rápido, pero hasta ahí; como que no hay no hay una propuesta de decir algo, Y, eso es precisamente donde viene la carranga no como por debajito de cuerda utilizando la poesía popular y utilizar ese ritmo tan fiestero para decir algo acerca de nuestra realidad. Yo siento que eso es un poco lo que le falta.
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